No todas las ciudades entienden el poder simbólico de un maratón. Mérida sí. Desde hace más de una década, la capital yucateca ha hecho del deporte una narrativa turística, una herramienta de cohesión social y un imán para el viajero que busca más que una meta: una experiencia. El Marat´hon Mérida-Banorte 2026 es la confirmación de ese modelo. Y no solo por la medalla que lo distingue, sino por todo lo que representa.
Este martes, en la Ciudad de México, el Ayuntamiento de Mérida presentó oficialmente la edición 2026 ante medios nacionales, clubes de corredores y actores del ecosistema deportivo y turístico. A dos meses de realizarse, la justa ya supera el 50% de su cupo proyectado, con una expectativa de más de 5 mil participantes entre maratón, medio maratón, 10K y caminata recreativa. Pero el dato va más allá de lo deportivo: es una señal clara de posicionamiento de marca destino.

Correr en Mérida no es solo cubrir kilómetros. Es transitar el Paseo de Montejo con luz de enero, es recorrer barrios que respiran historia y modernidad, es sentir la ceiba —símbolo de la edición 2026— como guía espiritual de una ciudad que florece en cada evento bien ejecutado. Porque este maratón, más que una competencia, es una celebración: parte esencial de los festejos por el 484 aniversario de la ciudad.
Jesús Pérez Ballote, director de Bienestar Humano, lo explicó con claridad: hay tarifas preferenciales hasta el 30 de noviembre y descuentos significativos para personas con discapacidad. Pero también hay algo más valioso: un sentido social claro. Esta edición apoyará a tres organizaciones locales —Construyendo Sonrisas, Ëqure y El Refettorio Mérida— reafirmando que el deporte, en Mérida, también es solidaridad.
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Desde 2022, el Marat´hon cuenta con certificación internacional por parte de la World Athletics, lo que lo convierte en clasificatorio para el Maratón de Boston. La edición 2026 contará con una bolsa de premiación superior a los $800,000 pesos. Cifras que hablan de profesionalización, pero también de ambición estratégica.
Armando Casares Espinosa, secretario técnico de Turismo, fue enfático: “Mérida celebra el deporte, la cultura y la convivencia”. Y ese orden de palabras no fue casual. El maratón es solo el punto de partida. Quienes visiten la ciudad el próximo enero podrán acceder a recorridos por el Centro Histórico, espectáculos públicos, rutas gastronómicas, museos, haciendas y tarifas especiales en hoteles aliados. Todo esto disponible en visitmerida.mx, plataforma oficial que articula la experiencia turística.

Lo que Mérida pone sobre la mesa es claro: el turismo deportivo no es solo un pretexto para llenar habitaciones. Es una política pública con enfoque de largo plazo. Una apuesta por atraer perfiles diversos, por ampliar la temporada alta, por activar economías locales y por proyectar identidad.
En la rueda de prensa también participaron Iván Herrera Rosiles, subdirector de Deportes, y Andrés Herrera Figueroa, director de Vive Deporte MX. Ambos coincidieron en destacar la coordinación institucional y el enfoque profesional que distingue a esta competencia de otras del país.
El Marat´hon Mérida no es solo la carrera que abre el calendario nacional. Es el primer gran mensaje del año para quienes saben que el turismo también se construye a paso firme.
