La conversación ya no es crear más, sino alinear mejor

Mesa de trabajo vacía con varias sillas dispuestas alrededor, iluminada por luz natural, como símbolo del diálogo pendiente y la posibilidad de articulación en la industria MICE

Durante años, el discurso sobre la industria MICE en México ha estado marcado por un anhelo reiterado: fortalecer la representatividad, mejorar la interlocución con autoridades, generar inteligencia colectiva. En todos los foros se reconoce que hay talento, experiencia y estructuras valiosas. Lo que falta —cada vez con más claridad— no es inventar más, sino consolidar lo que ya se ha construido.

La reflexión la expresó con precisión Eduardo Chaillo, voz respetada y profundamente activa en el ecosistema MICE: “Lo que urge no es crear más asociaciones, sino consolidar lo existente”. Y esa afirmación resuena. Porque no apunta a una carencia, sino a una oportunidad: la de mirar hacia adentro, reconocer las iniciativas que ya trabajan por el bien común, y pensar cómo podemos alinear esfuerzos sin duplicar rutas.

México tiene un ecosistema MICE amplio, diverso, y con historia. Existen asociaciones con peso, consejos consolidados, capítulos internacionales activos y una red de profesionales que comparten visión y compromiso. Pero a veces, la dispersión de agendas o la superposición de objetivos diluyen la fuerza colectiva que tanto se busca. No por falta de voluntad, sino por exceso de frentes abiertos.

Es momento de hacerse nuevas preguntas:
¿Quién representa qué? ¿Desde qué espacio se articula qué tipo de agenda? ¿Cómo logramos que las estructuras se complementen sin competir? ¿Qué nos haría sentir, genuinamente, parte de una comunidad alineada?

AMEREF y Panorama Turístico suman esfuerzos para visibilizar la transformación, el impacto y la narrativa de los centros de convenciones y recintos feriales de México.
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Estas preguntas no buscan dividir ni criticar, sino acompañar una conversación que ya está ocurriendo en muchos círculos del sector. En Panorama Turístico queremos sumar a esa reflexión con una narrativa propositiva, abierta y respetuosa. Por eso abrimos un nuevo ciclo editorial titulado “Construcción de comunidad MICE”, cuyo propósito no es señalar lo que falta, sino visibilizar lo que existe y explorar cómo se puede articular mejor.

Vamos a escuchar a quienes ya están trabajando en esto. A entrevistar a líderes de asociaciones, a quienes han intentado integrar redes en el pasado, a quienes han impulsado proyectos regionales o colaboraciones transversales. Queremos también mirar hacia afuera: casos internacionales, modelos de gobernanza colaborativa, experiencias exitosas en ecosistemas comparables.

Y al mismo tiempo, plantearemos una pregunta clave: ¿cómo redefinir el valor de pertenecer? Las nuevas generaciones se vinculan desde la utilidad, el propósito compartido y la construcción horizontal. El sentido de comunidad ya no se genera por cuotas o cargos, sino por conversación activa y visión compartida. La pertenencia, hoy, se construye desde la colaboración tangible.

Esta iniciativa editorial no pretende hablar en nombre del sector, sino crear un espacio para que el sector hable consigo mismo, desde diferentes ángulos, con respeto mutuo y madurez narrativa. Porque la conversación que viene no es sobre sumar más estructuras, sino sobre tejer vínculos más fuertes entre las que ya existen.

Y ese tejido comienza con una premisa clara: la conversación ya no es crear más… sino alinear mejor.

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