Por Francisco Cachafeiro
La Industria de Reuniones formada en la lista de los principales recortes presupuestales de la empresas AAA.
El mundo vuelve a sentir el eco de la fragilidad económica. Las recientes tensiones comerciales entre Estados Unidos y diversos países, reflejadas en el incremento de aranceles recíprocos, han encendido alertas no solo en las bolsas internacionales, sino también en sectores que parecían ajenos a la guerra comercial, como el turismo y la industria de reuniones.
Las principales bolsas de valores del mundo han sufrido caídas notables. La expectativa de una recesión global se fortalece, y con ello, las grandes corporaciones, esas que impulsan buena parte de los eventos AAA en México ya comienzan a ajustar sus presupuestos.
¿El primer recorte? Las áreas consideradas “no esenciales”: viajes corporativos, incentivos, convenciones y eventos.
Como profesionales de la industria de reuniones, este escenario nos obliga a prepararnos, a reinventarnos y a ofrecer soluciones creativas y estratégicas.
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¿Qué podemos hacer como industria para prevenirnos y adaptarnos?
1. Ofrecer paquetes más inteligentes y flexibles:
Las empresas buscarán eficiencia. Diseñar propuestas de alto impacto pero de bajo costo operativo será clave. La personalización puede ir acompañada de ahorro.
Los hoteles medianos y destinos emergentes serán prioridad entre los clientes.
2. Apoyarse en el nearshoring:

Muchas empresas están apostando por acercar sus operaciones a México. Esto representa una gran oportunidad para promover al país como sede estratégica para eventos regionales.
3. Reforzar el valor del networking presencial:
Es momento de recordarle a los clientes el poder transformador de los encuentros cara a cara. saber comunicar con datos y testimonios reales el retorno de inversión emocional y comercial de un evento bien hecho.

4. Impulsar la sustentabilidad como ventaja competitiva:
Los presupuestos reducidos pueden beneficiarse de eventos más sustentables: menos derroche, más impacto social y ambiental. Esto puede alinearse con las políticas corporativas globales.
5. Diversificar nuestros mercados objetivos:
Si el mercado estadounidense se enfría, hay que mirar a Latinoamérica, Europa o incluso al turismo nacional para eventos medianos con impacto local.
Adaptarse no es una opción, es una necesidad.
El sector de reuniones ha demostrado su resiliencia ante pandemias, terremotos, huracanes y recesiones. Esta nueva tormenta económica es solo una más. Si aprendemos a leer el viento, podremos ajustar nuestras velas… y seguir navegando.
Cacha….
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