*Por Francisco Cachafeiro
Durante mi tiempo al frente de MPI México 2020 – 2021, me tocó “patear el avispero” en uno de los momentos más críticos de nuestra historia: la pandemia. Ante un panorama de incertidumbre y miedo, asumí el reto de demostrar que la industria de reuniones era no solo vital, sino también segura y responsable para la economía de nuestro país.
No fue fácil. Hubo resistencia, dudas y críticas. Retar a las autoridades, a los colegas y a las ideas establecidas no siempre es bien recibido. Sin embargo, fue necesario. Implementamos protocolos, generamos confianza y demostramos que podíamos adaptarnos y trabajar con responsabilidad. Ese acto de “mover estructuras” no solo nos permitió superarnos, sino que dejó una lección que hoy quiero rescatar: patear el avispero es fundamental para crecer.
El poder de incomodar para transformar
En nuestra industria, muchas veces nos acomodamos en lo que ya funciona, en lo que nos resulta familiar. Sin embargo, el mundo está cambiando a un ritmo acelerado, y si no nos retamos a nosotros mismos, corremos el riesgo de quedarnos atrás. Patear el avispero no significa pelear ni dividir, significa cuestionar lo establecido, sacudirnos la inercia y mover las estructuras que ya no nos sirven.
Esto aplica no solo en momentos de crisis, sino también en la búsqueda constante de un crecimiento más responsable, sostenible, competitivo y colaborativo.

¿Qué significa esto para nosotros?
• Ser más responsables: Promover prácticas que minimicen nuestro impacto ambiental y maximicen el beneficio social de los eventos.
• Ser más sostenibles: Adoptar estrategias a largo plazo que aseguren que nuestra industria sea parte de la solución, no del problema, frente a retos como el cambio climático.
• Ser más competitivos: Innovar constantemente, elevar nuestros estándares y aprender de las mejores prácticas globales.
• Ser más colaborativos: Dejar de vernos como competidores y entender que el éxito colectivo fortalece a todos.

Una invitación a patear el avispero más seguido
Es momento de que nuestra industria se acostumbre a incomodar, porque ese es el motor del cambio. No está mal cuestionar al gremio, a las autoridades o a las instituciones si el objetivo es el crecimiento y la evolución. Debemos atrevernos a mover estructuras estáticas, salir de nuestra zona de confort y mirar hacia el futuro con una actitud disruptiva.
En 2025, México tiene la oportunidad de consolidarse como un referente global en la industria de reuniones. Para lograrlo, debemos ser capaces de asumir riesgos y liderar con una visión clara, transformadora y comprometida.
Patear el avispero no es un acto de rebeldía, es un acto de liderazgo. Es el impulso que necesitamos para adaptarnos a los desafíos y aprovechar las oportunidades que el futuro nos ofrece.
Hoy, te invito a que como gremio no tengamos miedo de incomodar, porque cuando pateamos el avispero, abrimos camino para la innovación, el crecimiento y la transformación.
Cacha
