*Por Francisco Cachafeiro
Mi relación con MPI Capítulo México comenzó en 2015, pero, para ser sincero, mi interés inicial era meramente funcional: me inscribí únicamente para poder usar el logo en mis presentaciones corporativas. Fue durante un viaje de familiarización (FAM) en Cancún que Julio Castañeda y Adrián Cortés me invitaron a asistir a los eventos de MPI. Esa invitación, que en su momento acepté por curiosidad, cambió por completo mi percepción sobre la asociación.
Fue entonces cuando empecé a involucrarme más activamente. Por curiosidad, me uní al board como responsable de relaciones públicas durante la gestión de Michel, quien posteriormente me invitó a sumarme a su board en la estrategia comercial.
MPI era más que una asociación; era un espacio donde podía construir amistades profundas y una familia dentro de la industria de reuniones. Conocí a grandes personas que han transformado mi vida tanto personal como profesional.
Acompañé a Lily Cabrera durante su presidencia, donde trabajamos juntos para posicionar a MPI México en el escenario internacional. Uno de los momentos más significativos fue ser parte del equipo que entregó la primera carta a MPI Global, solicitando que México fuera considerado como sede del WEC (World Education Congress), el evento más importante de MPI a nivel global.
Cuando asumí la presidencia de MPI México en 2020, la pandemia de COVID-19 presentó retos sin precedentes. Liderar una asociación dedicada a reunir personas en un momento donde las reuniones estaban prohibidas fue un desafío titánico. Desde el principio, me enfoqué en mantener a flote a nuestra industria y, bajo esa visión, lanzamos la campaña “Si se puede reactivar sin arriesgar”, enfocada en la realización de eventos responsables con protocolos de bioseguridad. Creamos el primer Manual de Eventos Seguros, un recurso esencial para guiar a los organizadores de eventos en este nuevo panorama.
Fortalecer la identidad de la membresía fue otra de mis prioridades, y así nació Evaristo, el primer búho y mascota oficial de MPI, que simbolizó nuestra resiliencia y creatividad. Con Evaristo como bandera, organizamos actividades que conectaron a los socios en un entorno más familiar, como pedir calaverita en bicicleta por los hoteles en noviembre y un emocionante tour en jeep a la montaña y nuestro programa trasbambalinas con Evaristo.
Uno de los momentos más memorables de mi gestión fue la marcha pacífica a SECTUR, donde pedimos que la industria de reuniones fuera reconocida como una actividad indispensable para la economía del país.
Además, hicimos historia al realizar mi toma de protesta en un formato virtual con una plataforma de avatares, marcando un precedente en la forma de celebrar estos actos.
Tras concluir mi presidencia, continue portando con orgullo la bandera de MPI como ponente educativo en diversos foros de la industria. Sin embargo, a finales de la actual gestión decidí tomar distancia de la asociación. He sentido que su esencia y objetivo principal han cambiado. MPI siempre representó para mí unión, educación y beneficios tangibles para los agremiados. Hoy, pareciera que el enfoque se ha desplazado hacia la generación de resultados financieros, priorizando los rendimientos en cuentas bancarias por encima del propósito de ser un espacio de crecimiento y colaboración para sus miembros.
Ser presidente de MPI México no solo fue un honor, sino también una experiencia que me transformó profundamente. Desde esos inicios curiosos hasta los grandes logros en comunidad, MPI dejó una huella imborrable en mi vida. Sin embargo, también es un recordatorio de la importancia de mantenerse fiel a los valores que nos unieron desde el principio.
Francisco Cachafeiro
Panorama Turístico 