Betina Anzilutti, fundadora y CEO de NOUN EVENTOS & CAPACITACIÓN EJECUTIVA, encabeza una iniciativa que promete transformar el turismo en América Latina. Su propuesta, el sello “Experiencias sin límites”, es un proyecto que responde a una necesidad evidente en la industria: accesibilidad para todos. Con su reciente título de Maestría en Accesibilidad de la Universidad de Jaén en España, Anzilutti combina su experiencia en el sector MICE y hospitalidad con una misión personal y profesional de inclusión. Este sello se erige como una certificación para empresas turísticas que buscan brindar un servicio de calidad sin barreras, una propuesta que cobra especial relevancia para el mercado mexicano, donde cadenas hoteleras y restaurantes podrían encontrar una oportunidad de diferenciación.
Con el respaldo de SI, VOY, una organización pionera en turismo accesible en América Latina, NOUN lanza el sello en tres fases: accesibilidad humana, accesibilidad física y accesibilidad comunicativa. Según Anzilutti, estas etapas permiten que las empresas se sometan a una revisión exhaustiva y progresiva, en la que se evalúa desde el trato humano hacia los turistas con discapacidad hasta las adaptaciones físicas en infraestructura y accesibilidad en la comunicación. Cada etapa otorga una categoría —silver, gold y platinum— que las empresas pueden lucir como una insignia de su compromiso en redes sociales, papelería y folletos, reafirmando su compromiso con la inclusión.

El impacto potencial de “Experiencias sin límites” es significativo, especialmente cuando se considera que 85 millones de personas en América Latina viven con alguna discapacidad. Este grupo representa un mercado potencialmente valioso, pero a menudo excluido por la falta de accesibilidad en la infraestructura y el servicio turístico. “El 72% de las personas con discapacidad en la región expresan que no viajan por temor a no encontrar condiciones adecuadas,” menciona Betina. Este sello busca responder a esa necesidad, abriendo las puertas a un segmento que no solo busca accesibilidad, sino también seguridad y comodidad en sus experiencias de viaje.
Cada empresa que decide obtener el sello atraviesa un proceso de auditoría detallado. En la etapa de accesibilidad humana, el personal recibe capacitación específica para atender a personas con distintas capacidades, incluidas aquellas de movilidad reducida, como personas mayores, embarazadas o con lesiones temporales. La sensibilización y el entrenamiento son fundamentales, pues, como señala Anzilutti, la empatía y la anticipación de necesidades se convierten en el pilar de un servicio de calidad.
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La segunda fase, la accesibilidad física, es crucial para adaptar el espacio físico de la empresa. Esto implica revisar rampas, elevadores, señalización y materiales para asegurar que cumplen con los estándares necesarios. Los detalles, como el color de los ambientes o la claridad de las señalizaciones, no son solo aspectos estéticos; pueden representar la diferencia entre una experiencia inclusiva y una llena de obstáculos. Finalmente, la accesibilidad comunicativa garantiza que la información esté disponible para todos los usuarios. Desde audioguías y materiales en braille hasta la claridad en el diseño de sitios web y redes sociales, este enfoque abarca a personas con discapacidades mentales, visuales y cognitivas.
Uno de los puntos más inspiradores detrás de este proyecto es la historia personal de Anzilutti y Verónica Martínez, alma mater de SI, VOY, ambas con discapacidad y, por lo tanto, con una comprensión de primera mano de las barreras que enfrentan los turistas. “La motivación principal detrás del sello ‘Experiencias sin límites’ fue nuestra firme creencia en la necesidad de un turismo más inclusivo y accesible,” comparte Betina. Este compromiso no es solo una certificación; es un llamado a las empresas para que mejoren constantemente y ofrezcan una hospitalidad genuinamente inclusiva.

Para aquellas empresas turísticas mexicanas que buscan no solo expandir su mercado, sino también elevar su estándar de hospitalidad, “Experiencias sin límites” se presenta como una oportunidad para liderar en accesibilidad y calidad de servicio. Cada empresa que obtiene el sello se convierte en un referente, un espacio donde cada visitante, sin importar sus necesidades, se siente bienvenido y atendido.
El proceso es simple y accesible. “Basta contactar nuestro instituto para una primera reunión inicial de diagnóstico,” explica Anzilutti. Con este primer paso, los prestadores de servicios turísticos podrán evaluar sus áreas de oportunidad y definir el camino hacia una certificación que va más allá de una simple insignia: representa un compromiso con la inclusión y la calidad, un distintivo que puede abrir puertas a nuevas experiencias, nuevos clientes y una relación de confianza con un público que, hasta ahora, ha encontrado barreras.

Esta certificación es, en última instancia, una invitación a formar parte de un cambio profundo en la industria. Una oportunidad para cada hotel, restaurante o espacio turístico de México de sumarse a una red de destinos donde todos, sin excepción, encuentran un lugar.
