Casa Mejicú: Un homenaje a las raíces de México a través de la artesanía

En Panorama Turístico, iniciamos hoy una serie de artículos dedicados a los finalistas del Ángel del Turismo en la categoría Experiencia Turística del Año. Aunque las votaciones ya han concluido, no queremos dejar de lado la relevancia de estas experiencias. ¿Por qué? Porque además de contribuir al desarrollo de sus destinos en términos de derrama económica y promoción turística, representan alternativas de gran valor para los profesionales del segmento MICE (reuniones, incentivos, congresos y exposiciones). Conocer estas experiencias abre la puerta a oportunidades únicas, escenarios ideales para que cada congreso, convención o viaje de incentivo se convierta en un momento memorable.

Y no hay mejor manera de empezar esta serie que con Casa Mejicú, una experiencia en la que tradición y modernidad se funden para ofrecer un auténtico tributo a la cultura artesanal mexicana. Casa Mejicú comenzó hace casi un siglo, en 1922, en una pequeña alfarería familiar de Oaxaca. Un siglo después, tras cinco generaciones comprometidas con la promoción de nuestras raíces, esta empresa ha evolucionado hasta convertirse en una de las principales vitrinas de la artesanía mexicana, trabajando mano a mano con más de 250 comunidades de todo el país. Quien visita Casa Mejicú no entra solo a una tienda, sino a una celebración del talento de miles de artesanos que, pieza por pieza, tejen las historias y la identidad de México.

Casa Mejicú: una de las principales vitrinas de la artesanía mexicana

Para los visitantes, Casa Mejicú es una invitación a explorar la diversidad y riqueza cultural de México en un solo espacio. Desde la cerámica de Oaxaca y los textiles de Chiapas, hasta el vidrio soplado de Jalisco y las esculturas en madera de Michoacán, cada rincón de Casa Mejicú está impregnado de colores, texturas y detalles que convierten cada pieza en una pequeña obra de arte. “Casa Mejicú Artesanías es el lugar donde encontrarán la mejor representación del arte mexicano”, afirman sus representantes, convencidos de que su misión va más allá de la comercialización: Casa Mejicú ofrece a los visitantes la posibilidad de llevarse un pedacito de México a casa.

Sin embargo, como tantas otras empresas, Casa Mejicú enfrentó uno de sus mayores desafíos durante la pandemia de COVID-19. Con dos cierres de seis meses cada uno, la situación amenazaba con frenar un proyecto que representa el sustento para cientos de familias artesanas. Pero lejos de rendirse, Casa Mejicú encontró formas de adaptarse y sobrevivir, trasladando su operación a un espacio digital mediante la venta en línea, redes sociales y atención por citas. Con la reactivación del turismo en Ciudad de México, los visitantes han vuelto, y hoy, entre turistas, agencias de viajes y el famoso Turibús, Casa Mejicú vuelve a ser un referente para quienes buscan lo mejor de la artesanía mexicana. Esta capacidad de resiliencia y adaptación no solo permitió la supervivencia de la empresa, sino que fortaleció aún más el vínculo entre Casa Mejicú y las comunidades que dependen de su labor.

En esta edición de Panorama Turístico, descubre cómo la personalización y la atención al detalle se han convertido en la fórmula del éxito para los eventos del futuro

La trascendencia de Casa Mejicú va más allá de sus puertas; es un motor de desarrollo para comunidades de artesanos, incluyendo artesanos indígenas y urbanos, artistas, diseñadores y pequeños talleres familiares. Cada pieza vendida representa una fuente de ingresos y de dignidad para los creadores, y a través de esta relación, Casa Mejicú ha logrado algo invaluable: la preservación de técnicas y tradiciones que son parte fundamental del patrimonio cultural mexicano. Desde sus inicios, la empresa ha tenido claro que su propósito es mucho más que la venta de productos; es una misión cultural, una responsabilidad de transmitir al mundo la esencia de México. Quien recorre sus pasillos se encuentra con la historia viva de un país que se expresa en cada línea, color y textura.

Tradición y modernidad se encuentran en perfecta armonía

En Casa Mejicú, tradición y modernidad se encuentran en perfecta armonía. Aunque profundamente conectada con sus raíces, la empresa también entiende que el arte evoluciona y que los nuevos tiempos requieren una visión renovada. Por eso, además de sus piezas clásicas, Casa Mejicú también da cabida a una nueva generación de artesanos y artistas que experimentan con materiales, técnicas y estilos contemporáneos. “La artesanía mexicana también se renueva”, señalan, sabiendo que esta apertura permite mantener la relevancia de la artesanía para nuevas generaciones. Así, cada visita se convierte en una experiencia única donde lo tradicional y lo contemporáneo conviven y se complementan.

Casa Mejicú se define con una frase poderosa: “Arte, cultura, tradición y amor por México”. Esta combinación de valores es la que ha impulsado a la empresa a lo largo de un siglo, contribuyendo no solo a la preservación de la cultura mexicana, sino también a su difusión a nivel global. Al recibir visitantes de todas partes del mundo, Casa Mejicú no solo genera una derrama económica significativa para el país, sino que también fortalece la identidad cultural mexicana, mostrando que la artesanía es mucho más que un recuerdo: es un símbolo de talento, raíces y riqueza​​.


Nota: A los tres finalistas de la categoría Experiencia Turística del Año les extendimos la invitación para participar en una entrevista, y sus historias están siendo publicadas en el orden en que accedieron a la invitación.

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