Los apartamentos de rentas temporales y la accesibilidad

Por Betina Anzilutti – CEO Noun Eventos & Capacitación Ejecutiva

Queridos lectores de tan prestigiosa revista, como bien saben la accesibilidad es mi pasión y compromiso personal como lo es también el turismo, de allí que hoy me gustaría analizar junto a ustedes el fenómeno de las rentas temporales vacacionales y cómo esta floreciente industria (cuyas principales plataformas en sus inicios, por ahí de 2018, llegaron a facturar unos USD 700 millones anuales) trata la accesibilidad arquitectónica frente a un turista con discapacidad.

En los últimos años varios han sido los problemas enfrentados por grandes asociaciones de diversos países de nuestro continente que reúnen centenares de anfitriones que ofrecen sus apartamentos, ignorando si estos cumplen con condiciones de accesibilidad frente a un turista que, por ejemplo, se presente siendo usuario de sillas de ruedas, ciego o simplemente de talla baja, sufriendo barreras arquitectónicas que le impedirán el pleno goce de sus vacaciones.

Por ello y a semanas de egresar como Master en Accesibilidad de la Universidad de Jaen/Sevilla en España, me he dado a la tarea de seguir concientizando sobre la importancia de la accesibilidad para brindar junto a nuestro equipo de profesores y siempre avalados por SI; VOY cápsulas de capacitación sobre diseño de:

-Cocinas accesibles
-Cuartos de dormir accesibles
-Parkings accesibles
-Baños adaptados
-Áreas comunes accesibles (entradas, lobbys, sala de reuniones)

Con la meta de convertir todo servicio turístico en experiencias verdaderamente inclusivas, invito a chequear a todo anfitrión (¿y por qué no? también a los responsables de hoteles) a hacerse las siguientes preguntas antes de rentar su apartamento:

¿Las puertas interiores tienen el ancho necesario para cumplir con el axioma “si
pasa la silla de ruedas, pasamos todos»?

¿Los muebles presentes en una sala guardan la distancia mínima entre ellos de
80 cms.?

¿Los pisos son verdaderamente antideslizante sea en seco como húmedo?

¿Las llaves de luces se apagan gradualmente proveyendo destellos de tonos
mates o por el contrario son on/off lastimando la visión de quien poco ve?

¿Las alacenas de la cocina tienen una altura “alcanzable” para toda persona
mas allá de su altura?

¿Las camas poseen el largo y ancho necesario para que una persona alta
duerma confortablemente? Y si de guardarropa ¿hablamos poseen doble barral
de diversas alturas para colgar las prendas según la altura de quien lo usa?

¡Por último! Si un cuarto posee relevante importancia es el baño. Según la
aseguradora Mapfre, es el segundo ambiente (luego de la cocina) mas peligroso de la casa, y es lógico pues la combinación de agua y jabón resulta mas que peligrosa a la hora de tomar un baño por parte de una persona con discapacidad. De allí estas breves recomendaciones:

-inodoros (a 45 cms. del suelo) y lavamanos (a 85 cms. del suelo) con barras de
apoyos laterales rebatibles
-grifos con palanca
-espejo reclinado
-ducha con accesorios extraíbles
-asiento plegado a la pared en el habitáculo de la ducha

De acuerdo a la OMS todos en un arco promedio de vida de 75 años pasaremos al menos por una situación de discapacidad por ende de una vez y definitivamente debemos tomar conciencia que hoteles y apartamentos deben brindar condiciones de accesibilidad turística al 100% pues esta será necesaria no solo a aquellas personas con discapacidad también a los mayores de 65 años, señoras embarazadas, obesos y accidentados temporalmente