*Por Víctor Romero
El comportamiento del ser humano está determinado por sus genes. El ADN es el eje rector que maneja la complejidad del funcionamiento de nuestras capacidades físicas, emocionales y cognitivas.
Para las empresas, el ADN es la estructura que rige todos los procesos que se diseñan para satisfacer las necesidades del cliente.
El organizador de eventos, inmerso en la Industria del Turismo de Reuniones, es parte de una nueva generación en los negocios, que ya no sólo debe de rotar 360º en su ADN… sino que debe añadir un ciclo más de 90º rompiendo paradigmas, para aportar una innovación disruptiva en la conformación de sus proyectos.
Las competencias desarrolladas y adquiridas por la realización de eventos durante varios años, nos han vuelto creadores de experiencias vivenciales. Estamos sujetos a adaptarnos al cambio, hoy nos enfrentamos a clientes que presentan nuevas necesidades; hacer menos con más, hacer de lo ordinario algo extraordinario, hacer uso mucho más eficiente de los recursos, hacer con menor cantidad y obtener mayor calidad, asegurar una mayor calidad en el servicio, son algunos de los nuevos esquemas que forman parte de esos 90 grados.

Sin el fortalecimiento de nuestra cadena de valor, tanto interna como externa, haciendo innovación en cada proyecto a los procesos que conforman la oferta, el organizador de eventos no podrá competir en una globalización con audiencias demandantes, con exigencia de contenidos de valor, requisito indispensable para su participación.
Sin la creación de impacto, aportaciones directas en sinergia con los clientes, el relacionamiento con las audiencias que asisten a los eventos, un networking con los colegas del entorno, la presencia en el escaparate nacional e internacional, y una capacitación y actualización constantes, los 90º adicionales no se cumplen.
Estableciendo la diferencia con una atención pronta y expedita en las demandas de servicio y calidad al cliente, el producto del organizador de eventos hace una diferencia competitiva.
Adaptarse al cambio establece un valor agregado a esa diferencia. Fortalecer la perdurabilidad de nuestra relación con el cliente, permite una participación activa en el mercado de la Industria de Reuniones.
Un análisis cualitativo me permite confirmar que en la medida que asumamos de forma asertiva las directrices de un modelo de negocio en cada proyecto, busquemos una administración de recursos efectiva para lograr la rentabilidad del mismo, establezcamos la sinergia con el equipo de trabajo del cliente y profesionalicemos la cadena interna y externa de valor de nuestro negocio, aseguraremos el crecimiento y permanencia del negocio.

El organizador 450o, arriesga, promueve, participa en la actualización permanente, negocia, aplica el desarrollo de la sustentabilidad, promueve la diversidad y la inclusión en los eventos, asume sus responsabilidades con profesionalismo… todo ello como factor de cambio y de crecimiento.
*Víctor Romero es organizador de eventos certificado con 35 años de experiencia en la organización y producción de eventos nacionales e internacionales. Socio fundador y Director de Operaciones en Estrategias en Comunicación y Eventos.
