Entre dunas e historia, Viesca siempre renace

Por Juan Francisco González Rodríguez

Atención, viajero: uno de los rincones más bellos del Estado de Coahuila te espera ansioso

Etiquetar a Viesca (Coahuila) como un lugar con “mucha historia” es correcto, pero habría que verificar que la palabra “historia” quede escrita con letras mayúsculas. Y es que el camino de este Pueblo Mágico no comenzó a escribirse hace un día, ni unos meses, ni una década, ni un par de siglos. Sus paisajes, esos sobre los que hoy podemos caminar, han sido esculpidos por millones de años.

Viesca se encuentra al Sur del Estado de Coahuila, a unos 70 kilómetros de Torreón. Es cierto que no forma parte de la ruta que lleva a La Laguna, lo que hace que buena parte de los visitantes y turistas se lo pasen de largo. Grave error, porque aquí no nada más van a encontrar la belleza propia de todo Pueblo Mágico, sino que también se están perdiendo las maravillosas postales visuales que ofrecen las Dunas de Bilbao.

En la época prehistórica, lo que hoy conocemos como Viesca era parte del lecho marino del Mar de Tethys —un océano de enorme riqueza natural ya desaparecido—. Al secarse, el lecho marino dejó expuesta su superficie arenosa, y en el transcurso de millones de años, una pequeña parte se constituyó en lo que ahora conocemos como las Dunas de Bilbao (pequeña, porque este océano llegó a  cubrir casi todo el planeta en la era Mesozoica).

Cuando lo visites te darás cuenta que la arena luce blanca y suave. Al tomarla no se pega a tus dedos y su textura muy diferente a la que podríamos encontrar en las playas o incluso en otros desiertos.

A la distancia pareciera que baila suavemente al son del viento, mientras que al acercarse invade los sentidos con una paz indescriptible, que se rompe nada más por las pequeñas lagartijas que han convertido a esta zona en su hogar. La actividad que suelen preferir los visitantes son los paseos, tanto a pie como en bicicleta, aunque no será extraño que te encuentres a algún intrépido en cuatrimoto.

De regreso al pueblo

Luego de pasar un buen rato en las Dunas de Bilbao, es momento de explorar el Centro Histórico de Viesca. Si al hablar de las dunas tenemos que lanzar una mirada a la época prehistórica, al mencionar a este pueblo debemos mencionar la Historia de México.

Viesca vio pasar a varios de los personajes que le dieron forma a nuestro país. Por ejemplo, en un árbol de la localidad encadenaron a Miguel Hidalgo, quien luego de ser capturado por el Ejército Realista pasó por aquí en 1811 en camino al Norte, donde perdería la vida.

No sería la última figura determinante en pasar por aquí. En 1864 Benito Juárez pasó por aquí, huyendo con el resto del Ejército Republicano de los invasores franceses. La casa donde pernoctó el Benemérito de las Américas es ahora un museo.

El Centro de la ciudad puede presumir el hermoso Templo de Santiago Apóstol, cuya bella fachada en cantera gris forma parte del horizonte del Pueblo Mágico, al tiempo que es un punto de reunión para sus habitantes. Si quieres verla en todo su esplendor y llena de colores, la recomendación es darse una vuelta el 25 de julio, cuando se celebran las fiestas patronales, donde podrás disfrutar de danzas tradicionales como la de Los Caballitos.

El otro gran atractivo la Capilla de Santa Ana, que se encuentra en la ex Hacienda de Hornos. Fue construida en tiempos de la Colonia, a iniciativa de los Jesuitas, quienes como principal legado dejaron pinturas de artistas de la época del Virreinato, que ahora se han convertido en tesoro cultural para el pueblo.

Si lo que andas buscando son unas vacaciones pacíficas y tranquilas, entonces Viesca es probablemente la elección más adecuada. Es un lugar cómodo y acogedor, con una población de 20 mil habitantes, quienes han superado las inclemencias del clima y la soledad de la región. En su persistencia han demostrado que el lema que corona el escudo de esta ciudad les viene con toda justicia: “Siempre renace”.

El dato

¿Por qué se llama así?

El nombre de la localidad se eligió para honrar a José María Viesca y Montes, primer gobernador de Coahuila y Texas.

¿Qué vamos a comer?

En el Norte la carne siempre manda, pero no es lo único. El asado de puerco con arroz y pasta es una delicia absoluta que debes de probar, pues sintetiza a la perfección el sabor de la región.

Para el postre, te recomendamos probar los “mamones”, un pan dulce muy popular en la región.

El viaje

¿Cómo llego?

Lo más recomendable y rápido es viajar a Torreón en avión. Allí toma la carretera Federal Número 40, que te lleva a Viesca.

Juan Francisco González Rodríguez es editor, reportero y fotógrafo.

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