¿Combinan el Turismo de Negocios con la Industria de Reuniones?

por Eduardo Chaillo, CMP,  CMM, CASE

Así fue nuestro nombre -no sólo en México sino en varios países-, de ahí que así se denominara en sus inicios el área de atención a esta industria por parte de Sectur. De ahí surgió el nombre de la única Licenciatura que surgió en la materia, y así nos identifican todavía actores externos y funcionarios, para los que es lo mismo el Turismo de Negocios que «La Industria de Reuniones»

Pero… ¿dónde está la diferencia? y ¿dónde está la convergencia (porque la hay)?

La diferencia es que no todas las reuniones son Turismo (porque siempre hay un buen número de asistentes locales que no pernoctan ò se desplazan más de xx kms). 

La diferencia es que los asistentes a las reuniones no necesariamente (¡más bien casi nunca!) vienen a hacer «negocios», sino a aprender, a obtener créditos profesionales, a conocer novedades de su industria, a convivir con colegas, a aportar a la comunidad…..o quizá a ponerse de acuerdo en cómo planear o vender (lo más cercano a los negocios). Claro, me dirán que en las exposiciones hay compradores y vendedores, y bueno, ahí si vienen -en ocasiones- a hacer negocios (¡concedido!)

La diferencia, como ya hemos comentado, es que este no es un «segmento» del turismo pues utiliza proveedores de servicios de otros sectores y por lo tanto la derrama es más horizontal y amplia que la turística.

Los Congresos, pues, son la categoría más alejada del Turismo de Negocios y las Exposiciones más cerca….pasando por convenciones e incentivos (que creo están a la mitad del espectro).

Pero si nos vamos a las dos grandes fuentes de mercado de la industria (asociaciones y corporativos) entenderemos más la diferencia.

Es un tema de mentalidad (dirían los americanos…de «mindset”).  Los PCO`s acostumbrados al lenguaje de los Congresos de Asociaciones tienen un concepto más integral de esta industria, desde mi punto de vista, en donde la rentabilidad y la logística son sólo una parte de la fórmula, pues se vuelven verdaderos consultores de los ejecutivos de diversas organizaciones que quieren tienen en el evento una de sus responsabilidades.

Por otro lado, quien está acostumbrado al ambiente corporativo, pudiera pensar en los mismos objetivos cuando les vende viajes al mayoreo que cuando les organiza un evento en términos de ahorros, negociaciones y economías de escala.

Ahí es cuando podemos entrar al tema de las convergencias:

El «meeting planner» tradicional opera de manera muy diferente al «travel manager» tanto dentro de una empresa (inhouse), como si es un intermediario (en los dos casos). Sin embargo, en ocasiones dentro de una empresa, el MP está abajo en la línea de mando del TM, por lo que el primero, está obligado a pensar, estructurar, priorizar y eficientar de acuerdo al criterio de su «jefe», que pertenece y por lo tanto maneja el lenguaje corporativo de «turismo de negocios», lo que nos regresa al punto donde arrancamos.

Otra pequeña deformación que encontramos, sobretodo en el sector hotelero, es que llaman a los ejecutivos que atienden a la industria de reuniones: gerente/director del área de «grupos»…y la verdad encuentro este término demasiado general y vago, alejado de la especialización (como en cadenas en donde por ejemplo exigen el CMP para la atención a este sector), porque pueden ser grupos familiares, sociales, políticos…y también convenciones e incentivos; Para mi gusto el denominarlo así refleja que el lenguaje sólo se centra en la operación por volumen (tarifa grupal, etc.) y no en la satisfacción integral del cliente ya sea de una asociación o una empresa.

Los dos mundos se cruzan al negociar tarifas hoteleras, al reservar boletos de avión, incluso al contratar transportistas terrestres. Sin embargo se alejan al postular para un congreso médico, al montar una exposición, al contratar traducción simultánea o al definir el programa técnico de un foro.

Por lo tanto, creo que habría que buscar sinergias en las partes en que se coincide e incluso buscar cruzar mercados cuando así lo merezca. ¿Qué las empresas farmacéuticas (cuyos ejecutivos realizan viajes de negocios y asisten a convenciones corporativas), por ejemplo, no son también patrocinadoras de congresos y simposia médicos? ¿Qué no empresas de telecomunicaciones pueden financiar e incluso organizar foros de discusión acerca de las reformas en la materia?

Sin embargo, si vale la pena esmerarse en entender lo que cada industria ofrece a un país, a un destino y a una sociedad en términos de derrama económica, involucramiento comunitario, productividad, trascendencia y legados de conocimiento.

La logística es un commodity (cualquiera lo hace), en cambio, la empatía estratégica con los clientes puede ser una ventaja competitiva.

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